martes, 25 de mayo de 2010

MITCHELL
en la Fuerza Aérea chilena

Finalizada la segunda guerra mundial; Estados Unidos distribuyó gran cantidad de B-25, principalmente de la versión "J" entre sus aliados y colaboradores. mediante el PAM.

En 1946 le toca el turno a Chile, cuya Fuerza Aérea recibe 12 MITCHELL, B-25J, de los cuales sólo arriban 11, ya que uno se perdió en un accidente, a su paso por Perú.
Numerados del 801 al 811, son destinados al Grupo de Bombardeo Mediano Nº1, precursor del Grupo de Aviación Nº 8; por entonces basado en Quintero, Quinta Región.
Los primeros instructores del modelo, fueron las tripulaciones estadounidenses que los habían trasladado al país.

En el desarrollo de misiones de vuelo destacadas, le cupo el honor de escoltar al PBY5A "Manu Tara", al inicio de su histórico viaje a Rapa Nui, el 19 de Enero de 1951; siendo tres los B-25J que lo acompañaron en formación mar adentro (1)
Operó en diveras misiones junto a los P-47D y eventualmente fue aplicado a misiones SAR, junto a los PBY5, del grupo Nº 2 de Quintero.

El 06 de Enero de 1955, se dispone el traslado de los Mitchell, encuadrados en el ahora redesignado, Grupo de Aviación Nº 8, a las instalaciones en construcción en la Base de Antofagasta.
En 1956, sinperjuicio de su misión primaria, el B-25J es requerido para apoyar los trabajos de aerofotogrametría, en el, entonces, Departamento de Fotogrametría, actual SAF. En su nueva misión, operaba junto a un AT-11 KANSAN; en el Departamento al mando del entonces Capitán de Bandada, Don Juan Soler Manfredini, brillante oficial del Aire, fundador del moderno Servicio Aerofotogramétrico, SAF.

El FACH 807 es destinado a la Escuela de Especialidades Mecánicas; para servir de entrenamiento a los Alumnos tripulantes y especialistas.

Constituyó la base del reentrenamiento de los Pilotos de Bombardeo chilenos, sucediendo la saga de los clásicos Junkers (R.42 y Ju.86K10), adecuándose a las misiones modernas y conforme a la experiencia de la guerra (1939-1945). Pero las aeronaves eran usadas, por lo que pronto comenzaron a acusar su deterioro, agravado por la falta de repuestos, amén de la escasa infraestructura local, para darles un adecuado mantenimiento; siendo recordados como los "tarros con piedras" o simplemente "tarro", debido al ruido que producían sus latas fatigadas con la vibración de los entonces potentes motores radiales.

En 1957, las pocas unidades en vuelo, se retiraban del servicio, siendo reemplazadas por los aviones de reconocimiento y bombardeo, los legendarios B-26C Invader...

Lamentablemente, no se preservó ninguno para la memoria histórico aeronáutica, siendo recordado sólo por unas pocas y repetidas fotografías del otrora poderoso bombardero de doble empenaje.

(1) Un investigador histórico institucional, le resta relevancia al hecho, aduciendo que sólo fue en al área de la Base Quintero y al inicio del traslado continental; aunque no entrega mayores antecedentes a su postura